La Argentina de la resistencia al cambio, en tiempos de Cambiemos – Parte I. Por Pablo Diel

El proceso de saboteo del cambio social planificado vio luz a su victoria el 22 de Noviembre de 2015, y continuó su arrasador aumento en el margen de adeptos en los años que precedieron al presente. Hoy ante la temática actual, la evolución de los pañuelos celestes con nueva consigna #CONMISHIJOSNOTEMETAS y la, tal vez un poco menos violenta (pero la más errónea de ambas) #ESIsinideología, no son más que un poco más de lo mismo: Resistencia al cambio.

Aclaración: Sepa el lector que este análisis estará centrado desde una mirada muy recortada, pero no por ello menos pertinente, de la cosa. Nos centraremos en los procesos de aprendizaje a nivel social mayoritariamente desde una sola disciplina que es la psicología social (formación académica de quien redacta). Tenga a bien comprender que el uso de recursos desde la perspectiva sociológica estará muy acotado, debido a la temprana etapa de formación, en esta ciencia, en la que se encuentra quien les escribe.  (Foto de portada: clarin.com)

Vamos a hacer un pequeño recorrido histórico desde las fechas citadas en el párrafo introductorio, para luego centrarnos en la definición del uso conceptual y el análisis pertinente de lo actual, la resistencia a la ESI con perspectiva de género.

En 2015 cuando ganó el “cambio”, en realidad quien triunfó es la resistencia al cambio.

Más allá de parecer un trabalenguas o un intento burdo por justificar la propia derrota, cual fanático de Independiente segurísimo de que el penal no cobrado a Pinola es el hito que justifica la paliza monumental en el monumental… en este caso no soy el “zurdo” abatido, ni el hincha del rojo desmoralizado, en este trabajo se está realizando un fuerte ejercicio de objetividad creciente, desde un análisis psicosocial.

¿Por qué se afirma tal cosa?

Más allá de los distintos relatos que nos podremos encontrar: algunos conspirativos, otros fantasiosos y otros desde una “doxa” carente de observables para responder a un principio de realidad, hay una afirmación que es irrefutable: Las políticas públicas de la docena de años de gobierno “Kirchnerista”, plantearon un proceso que por excelencia respondieron al cambio social planificado, modificaciones de fondo que planteaban una adaptación activa a la realidad a nivel organización social y que facilitaban (a quienes por muchos años estuvieron al margen) las herramientas para empezar intentar ser parte de un sistema que, dialécticamente, iba hacia un objetivo (una tarea): el desarrollo humano.

Por nombrar algunas y no extender este ensayo innecesariamente (si busca exactitud y totalidad de datos, lamento decirles que en esta modalidad de presentación no los encontrará), tenemos la Ley 26.618 – de matrimonio igualitario; Ley 26.743 – de Identidad de Género; decreto N° 459/10 – de conectar Igualdad y decreto 1602/09- de asignación universal por hijo (AUH) para protección social.

¿Qué tienen en común estas normativas y su aplicación a través de políticas públicas del poder ejecutivo?

Plantean un par dialéctico y contradictorio a lo socialmente institucionalizado, que implican tener que re-aprender (expresión acertadísima de un alumno en una clase de hace unas semanas) toda una estructura social, con sus mandatos, cultura y escenas internas organizantes.

Desglosemos a grandes rasgos:

Conectar igualdad Vs. Notebook como símbolo de la meritocracia (¿Cómo se dibujan a un workaholic producto del capitalismo? Sí, con traje y una notebook en la mano).

A.U.H. Vs. Salario/capitalismo (La noción de que el ser humano debe vivir dignamente por el sólo hecho de existir, se opone profundamente a la lógica capitalista que organiza a nuestra sociedad desde que se alienó la relación entre el “hombre” [y la mujer] con la naturaleza).

Matrimonio Igualitario vs. “Familia tradicional” y Hetero-norma (Es infinita la variedad de oposición que podemos encontrar en los estratos más conservadores de la sociedad, pero a grandes rasgos y en lo más general, es ineludible que la sociedad está heteronormada y la familia tradicional de anclaje cristiano, luego de la ley de divorcio en la década del 80’, se vió completamente en jaque con esto “nuevo”).

Identidad de Género vs. Binareidad de los sistemas (Lamentamos decirles: El lenguaje binario de los sistemas, en el siglo XXI se ha puesto completamente en jaque… Aunque duela, y sintamos morirnos… la cosa no es tan simple como nos la enseñaron).

Por lo tanto, podemos afirmar que al poner fin a este proyecto y decidir cambiar el rumbo, en alegórica comparación, se ha dado a niveles macro-sociales lo que sucede en los pequeños grupos cuando una porcionalidad del mismo sabotean (en pos de la resistencia al cambio) la tarea que los convoca.

Cada proceso de aprendizaje implica una pequeña muerte.

Desde la psicología social argentina, por lo tanto “pichoniana”, se entiende al aprendizaje como adaptación activa a la realidad. Más precisamente según Pichón Rivière (1985), como “Manipuleo o apropiación instrumental de la realidad” y en ese proceso de propia modificación, es muchas veces necesario la modificación del objeto de conocimiento. De allí deviene la conocida definición que los estudiantes de la carrera, profesionales o lectores de material psicosocial han leído infinidad de veces: “APROPIACIÓN INSTRUMENTAL DE LA REALIDAD PARA TRANSFORMARLA”.

Entonces, a esta apropiación de la realidad instrumentada para realizar modificaciones en uno y en el medio, le deviene una consecuencia: un cambio. Hay cambio tanto en el proceso de adaptación pasiva como en la adaptación activa (cambios ‘para mal’ y cambios ‘para bien’). Sin embargo, Pichon Rivière asigna al cambio una connotación positiva, como un proceso planificado y progresivo mediante el cual el sujeto puede alcanzar una adaptación activa a la realidad (salud).

En relación a los procesos sociales, el autor (Pichon Rivière, 1985:169) plantea lo siguiente “El cambio se puede producir en todos los ámbitos, pero tiene su estructura organizada en lo social, que crea las condiciones necesarias para ello […]. Los movimientos revolucionarios pueden representar expresiones de cambio, y si asumen auténticamente este rol, de inmediato emergen de distintos campos de la ciencia y de la política sujetos que a su vez asumen el rol contrario, que representan la resistencia al cambio a fin de mantener la estructura existente e impedir la modificación “.

Resistencia al cambio que debemos entender como: conjunto de actitudes “que tienen por finalidad destruir las fuentes de ansiedad que todo cambio acarrea” (E.Pichon Riviere, 1985:171).

Así como para Pichon Rivière (1985:210) la idea de cambio tiene una connotación positiva, la idea de resistencia al cambio tiene una connotación negativa, en la medida en que crea una situación estereotipada que impide una adaptación activa a la realidad.

Ante la inminencia de un cambio, la intensidad de las ansiedades o miedos aumentan, lo que moviliza la aparición de la mencionada resistencia, destinada precisamente a destruirlas.

Entonces, podemos fundamentar la hipótesis de que el “cambio” en realidad fue “resistencia al cambio” desde las siguientes afirmaciones:

  • El objetivo de toda sociedad es el desarrollo y el progreso, toda modificación en detrimento de ello, solo implica un saboteo a la “tarea”.
  • La adaptación pasiva, no solo es aceptación acrítica y repetición, sino también está representada en cambios involutivos, la vuelta a un status quo de antaño.
  • “El cambio” no implicó una síntesis dialéctica en nuestro proceso de desarrollo, sino que implicó un viraje de timón que solo logró envalentonar a algunos (destrucción de miedos), desde la afirmación de un status quo rancio: el de la derecha conservadora argentina.

Para finalizar esta primera parte o entrega de este ensayo/artículo, se considera importante hacer un micro-cierre con la siguiente reflexión:

Todo aprendizaje es una pequeña muerte de lo conocido, de eso a lo que estábamos aferrados y nos daba la seguridad digna de un piso bien firme. Y por más que lo “natural” en nuestro ser es el cambio (somos sistemas en constante cambio), la respuesta por excelencia ante ello es resistirnos, oponernos a la muerte de eso que alguna vez fuimos. La modificación al fin será inevitable, pero al transitar este camino deberemos tener en cuenta que, por determinación histórica en este devenir dialéctico: Hoy nos encontramos en pie de lucha por el cambio social planificado, en un escenario organizado por la adaptación pasiva, la alienación… la resistencia al cambio.

 

Continuará

 

Mg. Ps. Pablo Diel

2 respuestas a «La Argentina de la resistencia al cambio, en tiempos de Cambiemos – Parte I. Por Pablo Diel»

  1. […] “El proceso de saboteo del cambio social planificado vio luz a su victoria el 22 de Noviembre de 2015, y continuó su arrasador aumento en el margen de adeptos en estos años que nos precedieron al presente. Hoy ante la temática actual, la evolución de los pañuelos celestes con nueva consigna #CONMISHIJOSNOTEMETAS y la, tal vez un poco menos violenta (pero la más errónea de ambas), #ESIsinideología: no son más que un poco más de lo mismo: Resistencia al cambio.” (Cita primer parte) […]

  2. Me parece muy acertada las explicaciones brindadas por PABLO, permitiendo agregar desde mi humilde condición de alumno de la carrera Operador en psicología social sede Makallé, que todo se resumiria a la aceptación de un modelo económico ya conocemos el modelo de inclusión que practicó el gobierno anterior tanto de NÉSTOR y CRISTINA KIRCHNER y existen marcadas diferencias con el modelo económico practicado en la actualidad por M.MACRI y el F.M.I. en síntesis es en este ultimo caso un sistema impuesto desde afuera que no representa a mi entender lo que se necesita para establecer variantes de crecimiento inclusivo social.Soy OCTAVIO PURETZ. Gracias por la deferencia.

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